Para mi fue muy difícil superar la muerte de Schubert, mi perro cocker que tuve desde los 14 hasta los 19 años, solamente 9 años después me animé a tener otro perro, ya voy dos años con Arjen (un golden retriever) y nos va bien.
Nunca he pensado en comprar un perro inmediatamente después de la muerte de otro, no podría, me sentiría cometiendo una falta de respeto para el que acaba de morir y en realidad no estaría preparado para darle al nuevo cachorro los cuidados que merece.